martes, 23 de junio de 2009

La nacionalización


Las nacionalizaciones, muy de moda en la década de los cincuenta y en los sesenta, han regresado. Fenómeno normalmente asociado a los países en desarrollo. Hoy se da incluso en los llamados paises del primer mundo.

¿En que consiste una nacionalización?
Una nacionalización, consistente esencialmente, en que una empresa o sociedad industrial del sector privado, que provee bienes o servicios, es adquirida por el Estado y éste asume el control de la misma.

En este proceso, lo común es que a cambio de ese traspaso de activos y pasivos de manos privadas a estatales, se pague un monto de dinero, que suele ser calculado por el nacionalizador, es decir, el Estado. El proceso de nacionalización, normalmente se da por razones políticas o económicas, rara vez, por otras. Sin embargo, es importante poder establecer que no todas las nacionalizaciones tienen como objetivo favorecer a la sociedad en su conjunto. De hecho, en ciertos casos, los propios nacionalizados han sido los que apoyaron y promovieron el proceso.

Bien es sabido, que la economía suele tener de manera cíclica, períodos de bonanza y seguidamente, otros de austeridad. En el caso de las empresas, particularmente privadas, que estan sujetas a estos vaivenes de la economía, el período austero, puede ser previsto, e incluso cuantificarse los efectos que tendrán sobre ella. Puede pasar, que los cálculos arrojen cifras verdaderamente desfavorables, en cuyo caso probablemente, la empresa se arriesgue a la quiebra y cierre de actividades. Si esta situación, puede ser prevista, y los gerentes o propietarios tienen capacidad de influir políticamente en los mandos gubernamentales o de alta esfera política, no se puede descartar, la posibilidad de que se sugiera una "nacionalización" como remedio o salida favorable a sus intereses. Puede darse, que el proceso, se de actuando, los políticos de buena fe, o contraria esta.

Ahora bien, las nacionalizaciones son parte de un ciclo que ha resultado ser vicioso.
Veamos cuál es: una empresa, en una situación económica positiva en el entorno, generalmente produciendo buenas ganancias para sus propietarios, tiene un período de operación en dichas condiciones de favorabilidad, que está supeditado a la ciclicidad de la economía capitalista. La empresa, resulta eficiente y eficaz en las acitivades que desarrolla, ya sea produciendo bienes, comercializandolos, u ofreciendo servicios a la sociedad. Cuando se puede percibir que la situación desmejorará, y se tiene el peso económico suficiente como para influenciar la vida política de un país, se pueden realizar dos cosas: primero, pedir y conseguir del Estado, normas o condiciones que le puedan otorgar ventajas comparativas con la competencia, y en consecuencia una mejor situación empresarial, o, también, que la empresa sea adquirida por el Estado bajo la forma de una nacionalización.

En caso de darse esta última, los empresarios son generalmente, generosamente compensados. La empresa nacionalizada comienza a operar bajo el amparo del Estado. Lamentablemente, la experiencia pasada demuestra que, empresas en el sector público, suelen ser utilizadas como una fuente laboral para los partidarios del partído político en funciones de gobierno, sin tomar en consideración aspectos de eficiencia, conocimiento, capacidad, experiencia u otros, bastará el patrocinio o padrinazgo político.

Ahora bien, esta situación, necesariamente, hará que la empresa termine perdiendo su posición privilegiada en el mercado ya que no podrá responder a él en condiciones óptimas. Al cabo de un tiempo, la empresa se habrá resquebrajado, será un nido de corrupción, y además, no cumplirá la función para la cuál fue nacionalizada. Se comenzarán a escuchar voces de privatizarla, o retornarla a manos privadas.

Y el ciclo vicioso comenzará una vez más.
Sólo el tiempo dirá si el cuadro aquí descrito ocurre exclusivamente en paises de economía relativamente pequeñas, y que en consecuencia pueden ser manipulables, o por el contrario, este proceso puede darse en una economía de cualquier tamaño.
En definitiva, será interesante establecer si las nacionalizaciones son meros espectáculos mediáticos y políticos, o herramientas imprescindibles para sanear las economías.

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